Los sistemas al silicato de zinc, además de la protección pasiva que ofrecen los sistemas de pintado, por su composición ofrecen una protección activa.
Esta protección activa consiste en una aleación metálica con mayor tendencia a la oxidación que el metal de la estructura a proteger, es decir, con un potencial de reducción más negativo. La diferencia de potencial entre los dos metales implica que el ónodo (el zinc) se corroe preservando la estructura a conservar, ya que el material del ánodo se consumirá con preferencia al metal de la estructura.
Este tipo de sistemas deben ser utilizados por profesionales y bajo un control riguroso.
Una vez que la superficie está convenientemente preparada, el proceso consistirá en aplicar la imprimación (las veces que sea necesario) y la/s capas de acabado.
Superficies de hierro y acero no pintadas
Desengrasar, limpiar e imprimar con la imprimación correspondiente. Una vez transcurrido el tiempo
adecuado, aplicar una o dos manos de la pintura de acabado.
Superficies de hierro o acero pintadas
Eliminar las capas de pintura que no estén perfectamente adheridas y proceder a continuación como
si fueran superficies de hierro o acero no pintadas.
Superficies de acero galvanizado y aluminio
Eliminar óxidos y residuos de laminación. Desengrasar, limpiar y lijar cuidadosamente hasta eliminar
todos los residuos de óxido. Imprimar con la imprimación correspondiente y una vez transcurrido el tiempo adecuado aplicar la/s capas de acabado necesarias.
